jueves, 2 de julio de 2009
Letanía obsesiva de una mujer que huye
huir de tus palabras de veneno
huir de tus promesas sin futuro
huir de una tormenta de cristales
huir de tus perfumes de hospitales
huir de tus ausencias en mi espera
huir de tu presencia inesperada
huir de tus alarmas repentinas
huir de tus llamadas lastimeras
huir de las agujas de tus dedos
huir de tus caricias como el hielo
huir de tus miradas de cuchillo
huir de tus horarios de regreso
huir de las sirenas de ambulancia
huir de tus abrazos de silencio
huir de tus inviernos en verano
huir de tus veranos en invierno
huir de tus desvelos en mi insomnio
huir de la saliva de tus besos
huir del frío acero de tus dientes
huir de los espejos de repente
huir de un día de fiesta sin palabras
huir de una semana en siete lunes
huir de unas pisadas tras mis pasos
huir de una amenaza sentenciada
huir de ayer de hoy y de mañana
huir del desayuno y de la cena
huir por las rendijas de la pena
huir atando sábanas de seda
huir de mí cuando te acercas tú
huir de ti cuando ya no soy yo
huir del suave tacto que me aprieta
huir del vaso que llené con llanto
huir sin más sentido que la huida
huir sin fuerza hasta caer rendida
huir con pies de plomo ya vencida
huir por esta calle sin salida
Imagen: Mujer huyendo (Genovés)
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