miércoles, 22 de julio de 2009

Blancanieves se despide de los siete enanitos


Prometo escribiros, pañuelos que se pierden en el horizonte, risas que palidecen, rostros que caen sin peso sobre la hierba húmeda, donde las arañas tejen ahora sus azules telas. En la casa del bosque crujen, de noche, las viejas maderas, el viento agita raídos cortinajes, entra sólo la luna a través de las grietas. Los espejos silenciosos, ahora, qué grotescos, envenenados peines, manzanas, maleficios, qué olor a cerrado, ahora, qué grotescos. Os echaré de menos, nunca os olvidaré. Pañuelos que se pierden en el horizonte. A lo lejos se oyen golpes secos, uno tras otro los árboles se derrumban. Está en venta el jardín de los cerezos.



"Así se fundó Carnaby Street" 1970.- Leopoldo María Panero

2 comentarios:

Capitán Clostridium dijo...

Me gusta. Parece un relato triste, pero detrás se esconde una lectura alegre y esperanzadora. Blancanieves evoluciona y rompe con su "prisión".

(!) hombre perplejo dijo...

Siempre me quedó la incertidumbre sobre el destino de los enanitos, tras el abandono egoísta y repentino de Blancanieves, que se largó con un tipo al que no conocía sólo porque era príncipe y sabía besar. Ahora lo sé, pero no hace sino ponerme aún más triste.