viernes, 29 de abril de 2011
martes, 26 de abril de 2011
Conspiración de silencio
1
Esperó,
tras una larga noche de trenes
sin sentido,
la llegada del día,
su luz reveladora que venciera al insomnio,
en el último banco
del andén.
2
Más allá de los límites
del infinito,
donde la nada se extiende como un mar
sin nombre,
se encuentra la isla de los sueños
donde habitan los sobremurientes
de todos los naufragios.
3
Vagar
por los confines del vacío
como un suicida
sin solución mortal.
Ir del zahir al vértice
del tiempo
antes de despertar.
4
Sólo el viento del norte
se atreve a contestarme
en este acantilado que precede al abismo.
Olas que son palabras,
espuma de las dudas que rompen
en las rocas
con la furia del tiempo
harto de la soberbia de los hombres.
5
Más vale no nacer,
porque una sola lágrima
anega el corazón
y sus contornos.
Reniego del oxígeno
y sus brisas.
Regreso a la placenta
al limbo
al primigenio cero
de la nada.
6
Donde no escribí nada
y mi voz sonó muda,
fue allí donde la noche
se hizo página del tiempo
y se decanta
gota a gota,
con la lentitud de los planetas desorbitados,
el océano de la sabiduría.
***
Miguel Cobo Rosa
lunes, 25 de abril de 2011
Asonantes para la pelirroja
De tu belleza sé que fue soñada
por diez adolescentes en un día.
Se respiraba luz por las rendijas
a través de las cuales te espiaban.
(Continúa en Barra libre)
***
lunes, 18 de abril de 2011
Las orillas del sueño
Deshecha en el dulzor de tus secretos,
jugosa en la sazón de tus pezones,
emerges desde el fondo de tu sueño
hasta la orilla misma del deseo.
Fluye la luz del tiempo abandonado
hasta el límite azul del Universo.
***
domingo, 17 de abril de 2011
Solo de soledad
Perdonen que les dé la espalda (Hopper me pintó así). Tomo un café solo y amargo, como mis recuerdos. (Continúa en "barra libre")
***
***
miércoles, 13 de abril de 2011
Las bocas del silencio
El silencio del desprecio
El silencio de la indiferencia
El silencio del desarraigo
El silencio de la soledad
El silencio del desamparo
El silencio de la duda
El silencio de los desheredados
El silencio de la premonición
El silencio de la oscuridad
El silencio del miedo
El silencio del insomnio
El silencio del vacío
El silencio del desamor
El silencio de la ansiedad
El silencio del desasosiego
El silencio de la ignorancia
El silencio de la sabiduría
El silencio de los espejos
El silencio de las estatuas
El silencio del náufrago
El silencio del autista
El silencio de Dios
El silencio de la muerte
El silencio de la Nada
El silencio de la página en blanco
***
Miguel Cobo Rosa
viernes, 8 de abril de 2011
Mudanza
Hoy os invito a una copa en el blog colectivo barra libre, donde Hopper nos presta su diner para crear una Atmósfera crepuscular y envolvente con la música de Duke Ellington. Conoced de cerca a los nighthawks que constituyen este "grupo salvaje"
jueves, 7 de abril de 2011
lunes, 4 de abril de 2011
La espalda del mundo
Desarraigo
Llevadme a los infiernos de esta tierra,
aves del paraíso en el que habito.
Llevadme a los suburbios de Orán o de Calcuta;
despertadme del dulce sueño.
Llevadme a las pesadillas de los niños despiertos
que limpian parabrisas en Río y en Bogotá.
Abrid ante mis ojos el atlas
de los campos de muerte exuberante
en Goma y Bukawa.
Quitadme de la boca las dulces palabras
y el pan del padrenuestro
y llevadme a los mapas del hambre,
del éxodo y del odio:
Al puerto de Brindisi o a un parque de Kabul,
para jugar al fútbol en un campo de minas
con los niños mutilados del barrio.
Sacadme de esta gruta de imágenes hertzianas
y cuerpos anoréxicos de insultante belleza
y llevadme al infierno de esta misma ciudad,
sin ir más lejos: Basta cruzar el río
o salir a la calle, simplemente.
***
Llevadme a los infiernos de esta tierra,
aves del paraíso en el que habito.
Llevadme a los suburbios de Orán o de Calcuta;
despertadme del dulce sueño.
Llevadme a las pesadillas de los niños despiertos
que limpian parabrisas en Río y en Bogotá.
Abrid ante mis ojos el atlas
de los campos de muerte exuberante
en Goma y Bukawa.
Quitadme de la boca las dulces palabras
y el pan del padrenuestro
y llevadme a los mapas del hambre,
del éxodo y del odio:
Al puerto de Brindisi o a un parque de Kabul,
para jugar al fútbol en un campo de minas
con los niños mutilados del barrio.
Sacadme de esta gruta de imágenes hertzianas
y cuerpos anoréxicos de insultante belleza
y llevadme al infierno de esta misma ciudad,
sin ir más lejos: Basta cruzar el río
o salir a la calle, simplemente.
***
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