martes, 5 de abril de 2016

Monodiálogos frente al espejo


Monodiálogos frente al espejo
Antonio Fernández Ferrer
Editorial Nazarí. Granada

Con la doble llave de la joven Editorial Nazarí abrimos la cuidada edición de “Monodiálogos  frente al espejo” de nuestro amigo Antonio Fernández Ferrer, su nueva singladura literaria que partió “Desde el puerto de la Utopía” para llegar hasta nosotros con la misma nave creativa, pero con nuevas velas/páginas y viento fresco que impulsa su mente inquieta.

El título es ya de por sí definitorio de la intención de Antonio, que busca al interlocutor más próximo en sí mismo, a través de su reflejo especular, impelido por la imperiosa necesidad de interpelarse, de aludirse y de responderse, como testigo insoslayable de una realidad que se planta ante él –un él que también es nosotros, sus lectores- y le exige una respuesta inmediata y comprometida, ora irónica, ora reflexiva,  a cuanto acontece y le inquieta. O le preocupa. O le sensibiliza.

“Converso con el hombre que siempre va conmigo”, decía su genial homónimo, pero Fernández Ferrer, no pretende como Machado el soliloquio, ni aplaza ningún diálogo “ad futurum” con la divinidad. Antes al contrario, resuelve en planteamientos, nudos y desenlaces sucesivos los temas que aborda en los  artículos que integran las 86 páginas  que despliegan un abanico caleidoscópico, transversal, polícromo, cambiante, ágil y deslumbrante para el lector. Y todo ello plasmado con un estilo ya periodístico, ya intimista, que nos atrapa de la primera a la última página.


Es así como nos implica el autor en su original desdoblamiento, para que le acompañemos a él y a su “alter ego” en sus “Encuentros, Reencuentros y Desencuentros” (los tres epígrafes en los que encuadra sus monodiálogos). Nada humano de lo que les afecta nos es ajeno: la actualidad nacional e internacional, sus preocupaciones y contradicciones; sus rutinas y su nostalgia…Y aquellas pequeñas cosas serratianas que nos hacen formar parte de su entramado vital.

Sentido crítico, sensibilidad creativa, transversalidad temática. Vértices de un triángulo cuyo perímetro recorremos con nuestros ojos lectores y en cuya área nos hallamos, multiplicando su base conceptual por su altura dialéctica y dividiendo por dos (él y su reflejo)  y recrearnos, bien leyendo de un tirón o a la “rayuela”. Se toca, se gusta, se ve, se oye, se saborea este espejo multisensorial, cuyos destellos son música, microrrelato,  ¡soneto!... para acabar en un  artículo-epílogo que se ha empeñado, tal vez sin proponérselo, en mantener el libro abierto “sine die”: Elecciones y realidad. Una realidad que supera a la ficción y una última palabra premonitoria: Continuará. En ella estamos.    

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Miguel Cobo Rosa