viernes, 29 de julio de 2011

Síndrome de Diógenes


                                  "Diógenes" pintado por Jean Leon Gerome en 1860





Me sorprendo a mí mismo

regresando al refugio

de la noche,

prófugo de la lluvia

de tus lágrimas.

Me pierdo entre palabras

que guardan los secretos

de los mejores versos

que me niego a escribir

o me niega tu ausencia.

Y en el desorden cálido

que me presta Diógenes

me quedo con su síndrome

y guardo en mi habitáculo

de poeta indigente

todo lo que me encuentro

en los contenedores

de la ciudad dormida:

Residuos de naufragios

en “Hablar por hablar”.

Fotografías veladas

y espejos de vampiros

rotos en mil pedazos.

Cáscaras de recuerdos,

(dulce olor a podrido),

cartones de miseria...

Y ahora que ya no fumo,

colillas con las huellas

del carmín de tus labios.
 
 
            ***

Miguel Cobo Rosa

miércoles, 27 de julio de 2011

Blue River


                                              Jack Teagarden - Blue River


                                                             ***

miércoles, 20 de julio de 2011

Gioconda



Hace tiempo que el viento

no me ciega los ojos

con los granos de arena

de tu reloj distante. Ya sé

que hay otro río

besando tus orillas de silencio.

Sin embargo la luna

de esta noche de julio

acumuló su brisa

en las dunas del alma

que dibuja el verano

y encubrió tu sonrisa

de Gioconda sin código

ni Leonardo da Vinci.


 
 
Miguel Cobo
 
 
           ***

sábado, 16 de julio de 2011

Alma y paisaje



                                             Arriba el olivar se desvanece

                                             con la niebla lunar desmadejada

                                             sobre la suave loma dibujada

                                             en la línea del tiempo que decrece.




(Continúa en Barra libre)

miércoles, 13 de julio de 2011

El río

¿Hablamos de Riografías?...Pongamos que hablo de Miguel:


Me llamo Ríos, aunque Miguel me llame... Y aquí, un amigo:

lunes, 11 de julio de 2011

Estación Vivaldi



Todavía conservo el billete del tren

en que viajamos juntos de regreso al origen del destino

sus vagones de noche y amor

las risas de los jóvenes

alegres

y embriagados

tus poemas de Eliot en la niebla

niquelando en la luna

la luz del meridiano

sin anillos aún

sin libro de familia

en tu seno de venus primitiva

sin equipaje cómplice de sedas interiores

de adolescencia y celo

descubriendo las canciones de Bob Dylan

en la armónica de aquel joven que llegaba del Norte

con sueños de fronteras y naranjas

en sus ojos de fuego y libertad

aún percibo el temblor del roce de tus pétalos

el perfume

del aire de tu pelo

que inundaba el vagón

tus crines sin la brida

del recato y la enmienda

el genio y la figura

a juego con el zumo de tu fruta madura

tu suéter de limones incipientes

desvelando el secreto de su néctar

todavía

princesa

conservo aquel billete

de aquel expreso insomne

que nos llevó a las cuatro estaciones de Vivaldi

 
 
Miguel Cobo Rosa
 
 
              ***

viernes, 1 de julio de 2011

Nocturno




“Si alguna vez fui bello y fui bueno
fue enredado en tu cuello y tus senos”


J.M. Serrat ( “Lucía”)




Grave y lenta la noche se diluye
en ti desde tu copa hasta la aurora
dudando entre su luz y tu hermosura
derramada en la sábana. De pronto
la mañana se vislumbra y es tu boca
la que busca mis secretos. Tu cuerpo
se desliza entre la seda como el mar
del amor en tus orillas. Yo, náufrago
nocturno en ti me hundo y en tu sima
profunda me debato contra el amanecer
que te reclama para encender el sol.
Canta el gallo tres veces y reniego
del día y su horizonte. Desnuda ya
no sólo para mí, te rapto desde el sueño
enredado en tus senos encendidos.


Miguel Cobo Rosa



(Difundido en las octavillas de Anónimos- Cosmopoética 2009
y publicado en la Antología de la edición de 2010)





Fotografía: Diego Compán







                                                                        ***