Eva Cassidy
Annie Lennox
Al Green
Peter Gabriel
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miércoles, 31 de agosto de 2011
domingo, 28 de agosto de 2011
Efecto Coriolis II
John William Waterhouse Ofelia (1894).
El río se detuvo aquella noche
anclado en sus orillas y en el puente.
Los peces sorprendidos se quedaron
escamados de luz en su quietud
como un sueño de Ofelia entre nenúfares.
Fue allí donde yo me sumergí
girando en torbellino hasta su fondo
ingrávido de músculo y silencio
en la turbia dulzura de su sombra.
Sin miedo a reflejarme en sus espejos,
amaneció tal vez en lo profundo
despojado del alma en el naufragio.
Agua de la palabra diluida.
Garganta liberada de su grito.
Miguel Cobo
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El río se detuvo aquella noche
anclado en sus orillas y en el puente.
Los peces sorprendidos se quedaron
escamados de luz en su quietud
como un sueño de Ofelia entre nenúfares.
Fue allí donde yo me sumergí
girando en torbellino hasta su fondo
ingrávido de músculo y silencio
en la turbia dulzura de su sombra.
Sin miedo a reflejarme en sus espejos,
amaneció tal vez en lo profundo
despojado del alma en el naufragio.
Agua de la palabra diluida.
Garganta liberada de su grito.
Miguel Cobo
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miércoles, 24 de agosto de 2011
Arte poética
Mirar el río hecho de tiempo y agua
y recordar que el tiempo es otro río,
saber que nos perdemos como el río
y que los rostros pasan como el agua.
Sentir que la vigilia es otro sueño
que sueña no soñar y que la muerte
que teme nuestra carne es esa muerte
de cada noche , que se llama sueño.
Ver en el día o en el año un símbolo
de los días del hombre y de sus años,
convertir el ultraje de los años
en una música, un rumor, y un símbolo,
ver en la muerte el sueño, en el ocaso
un triste oro, tal es la poesía
que es inmortal y pobre. La poesía
vuelve como la aurora y el ocaso.
A veces en las tardes una cara
nos mira desde el fondo de un espejo;
el arte debe ser como ese espejo
que nos revela nuestra propia cara.
También es como el río interminable
que pasa y queda y es cristal de un mismo
Heráclito inconstante, que es el mismo
y es otro, como el río interminable.
Jorge Luis Borges (112º aniversario de su nacimiento)
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domingo, 14 de agosto de 2011
Blues del tren
Cuando subas al tren para el destierro
anhela que el destino sea irreal.
Quizá te espere Luna en la estación del Norte
y ella oculte su cara para hacerte sufrir.
Saluda a los viajeros que se crucen contigo
(puede que uno de ellos sea tu gran amor).
Deseo que la noche se parezca al viaje:
fría bajo las estrellas y cálida en el bar.
Deja el coñac que fluya de la copa al cigarro,
puede que el alma cambie de estado mineral.
Era un gas venenoso de mordedura incierta
y líquido elemento que te hiciera llorar.
Si es sólido al bajarte procura que sea negro
el carbón combustible de este lánguido blues.
Pero piensa: el más puro carbono que conoces
puede ser el diamante que fue su corazón.
Miguel Cobo
viernes, 12 de agosto de 2011
sábado, 6 de agosto de 2011
Llegamos de muy lejos
Llegamos de muy lejos,
de una infancia perdida u olvidada.
Recorremos a pie todos los calendarios
buscando los veranos prodigiosos
generosos de juegos y de sueños.
Faros amarillentos de aquellas bicicletas
que hirieron las rodillas de los atardeceres.
Las dos asignaturas que heredamos de junio
para así descubrir las ciencias naturales
de nuestra adolescencia silvestre y perfumada.
Los paseos a la ermita escudriñando estrellas
desde los miradores donde acababa el pueblo
y aquella carretera por la que se marcharon
los primeros amigos que ya nunca volvieron.
La vieja perra Tula que perseguía el balón
con el que disputábamos los épicos partidos
en la agreste huertaza.
Y ahora hemos llegado a la orilla del río
que señaló el maestro en el mapa escolar
y escuchamos su voz repitiendo su curso
de afluentes y meandros a derecha y a izquierda.
Ya no es la misma casa la que ahora habitamos;
la vida ha dilatado su cauce como el río.
Hay nubes peregrinas y bandadas de aves
que escriben en el cielo su eterna despedida.
Miguel Cobo
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jueves, 4 de agosto de 2011
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