martes, 29 de marzo de 2011

سجن أبو غريب


Abu Ghraib
Abominable el día y la hora
de la infamia.
Es la faz de la fiera
frente al hombre
despojado de su dignidad




Imagen: Fernando Botero-Abu Ghraib

***

10 comentarios:

Joaquín Pérez Azaústre dijo...

Querido Miguel, hoy me acerco a tu orilla con esta impresión triste y dolorosa, a la vista y también en la lectura, en la eficacia escueta de palabras que también nos taladran el oído.

Un abrazo riográfico,

Rodolfo Serrano dijo...

Qué se puede añadir?

Miguel Cobo dijo...

Joaquín, el paso del tiempo no debe sucumbir al olvido. Cuando ya no es "noticia", el río -turbio-, corriente vital e insobornable, nos lo recuerda.

Otro abrazo, amigo.

***

Rodolfo, añadamos memoria al dies irae.

Un abrazo

Alberto Granados dijo...

Ya sabes, Miguel, mi visión del ser humano: un ángel fieramante humano, como en nuestro don Blas de Otero (que no de Piñar). Tal vez el problema sea la proporción de cada momento... Me viene a la memoria un tímido y estudioso Dustin Hoffman convertido en una mala bestia cuando él y su mujer corren peligro en Perros de paja... ¿Dónde pones la frontera?
Lo de Abu Ghraib ya es otra cosa.

Miguel Cobo dijo...

Alberto la frontera la pongo en el adjetivo humano (en su más noble sentido). Mr. Hyde es una metáfora de la dualidad, del desdoblamiento. Heydrich, "corazón de hierro", es, por el contrario, la fiera; pura crueldad. Ángel, pero exterminador.

Vuelvo a recordar que Perros de paja la vimos juntos en el desaparecido cine Lucano. Año 1971.

Un abrazo, gran amigo.

Unknown dijo...

La perra raza humana.

Un abrazo papá.

Miguel Cobo dijo...

Sí, Alfonso, la perra raza humana (que no es lo mismo que la humana raza perra).

Un fuerte abrazo y cuidate.

Marisa dijo...

La libertad llora en Abu Ghraib creando senderos de ríos rojos.
Triste riografía de la mutilación ideológica.

Un abrazo defensor de la dignidad, Miguel.

Emilio Calvo de Mora dijo...

Es el coro bastardo de la mentira, el podrido eco de la sangre inocente, el aturdimiento de los justos y la locura de los fuertes.

Miguel Cobo dijo...

Marisa, la tortura es la forma más abyecta de la degradación humana (mejor dicho: inhumana) y salpica nuestra propia dignidad. Su visión escatológica no nos exime de gritarla.

Un abrazo compartido en su defensa.

***

Emilio, en nuestro aturdimiento, producido por el ruido del coro falaz, se escuda el fuerte para abusar del débil. ¿Cambiará alguna vez el destino de nuestra especie? Yo soy pesimista.

Pero hay que indignarse.