sábado, 24 de octubre de 2009

"Evocanción"


Los mismos árboles, la soledad
desnuda y sugerente de las hojas
caídas. Las mismas heridas rojas
del devenir sangrante de la edad.

Los mismos ídolos, los portentosos
templos sagrados de la adolescencia
inmolada. La cálida afluencia
de recuerdos febriles, candorosos.

Qué distinta Venecia, la canción
de Aznavour llenando el aire. La triste
mueca del tiempo, su vacilación

momentánea aun cuando no existe
motivo aparente, resignación
o duda razonable: Me quisiste.

4 comentarios:

Alberto Granados dijo...

Adolescencia no inmolada: machacada por la turbia realidad y por esa cosa tan barroca que es cruel paso del tiempo. En cualquier caso, si no te queda ninguna vacilación, ningún resquicio a la duda razonable, es que eres otro elegido de los dioses más bonachones.
Rigoletto

Miguel Cobo dijo...

Pura retórica, Rigo. Soy la duda personificada. ¡Ah!, pincha (pinchad) el título.

Anónimo dijo...

Me había pasado desapercibido el enlace a la canción, un icono de nuestra generación. No creo que tus poemas sean retórica, salvo que hayas cambiado muchísimo.
Rigoletto

Miguel Cobo dijo...

Rigo, no identifico la retórica con el cinismo, sino que la concibo como un recurso literario; o sea como un mecanismo de defensa; es decir como sentido del humor...Por ejemplo: ¿Es que no notaste que había cambiado muchísimo?