Las rosas sobre el mármol
me prestan este instante
de silencio en tus ojos.
Fueron mías las palabras
que ves aquí grabadas.
Las escribí una noche
en que la nada vino
disfrazada de música.
De aquella eternidad
esto es lo que nos queda.
Pero, dime, ¿eres tú?
Percibo en las estrellas
el frío (sí, digo el frío),
el frío del verano.
3 comentarios:
Estoy leyendo hacia atrás lo último y, aunque no debería sorprenderme, veo que escribes muy, muy, muy bien. ¿Cuándo publicas?
Rigoletto
Cuando un editor me descubra. Posiblemente nunca (aunque no olvides que ya me publicaron mi recurrente Riografía y bien agradecido que le estoy a mi IES, su Consejo Escolar y al impulsor de la idea, Manolo Toribio.
El frío marmóreo, aun cediendo veranos, insalvable.
Impresionante, Miguel.
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