jueves, 16 de junio de 2011

Haikus des-orient-ados


El caracol
sube por la escalera
de caracol

***

En el recuerdo
un sabor de vainilla
deja el helado

 ***

En mi nariz
florecen los perfumes
de tu secreto

***

Desde tu cuello
bajo la cremallera
de tu vestido

***

Siembra de miedo
en un campo de insomnio
mi pesadilla

***

Oigo en la radio
los gemidos de alguien
que nunca duerme

***

Toco tu pelo
derramado en la almohada
y me desvelo

***

Miro la luna
del armario que guarda
tu intimidad

***

Miguel Cobo Rosa

11 comentarios:

Emilio Calvo de Mora dijo...

Ay, no soy mucho de haikus, Miguel.
Estuve hace poco en una reunión literaria, una especie de tallercito, en la que me propuse dinamitarlos, reventarlos desde adentro. Fue una boutade, ya sabes. Estos japos!!!!
Los tuyos, pese a todos, haikus pata negra de Nagoya.

Miguel Cobo dijo...

Creo con Emilio
que lo mejor de un haikus
es no escribirlo


(¿Por qué seremos víctimas de nuestro propio espíritu de contradicción? ¡Humanos...!)

Anónimo dijo...

Pues yo sí estoy por los haikus en dosis razonables. Sintetizar una idea en unas sílabas me parece dificilísimo (yo necesito desarrollos largos o larguísimos).
El haiku es a la poesía lo que el microrrelato a la narrativa.
Y me gusta.

Alberto G

Miguel Cobo dijo...

No sé ya, Alberto,
a qué carta quedarme:
¡Esto es un lío!

***

Viento que sopla
con signo variable
gira la pluma

***

Miguel Cobo dijo...

Manda Violante
que le escriba algún haiku
y no sé cómo

Kaperusita dijo...

Totalmente desconocido para mi esta téncica de decir en 3 suspiros lo que se tarda años en descifrar......tendré que modernizarme para poder apreciarlo ;-)

Ramón Besonías dijo...

Me pregunto cómo será contemplar la vida a ritmo de caracol. Para los humanos es impensable. Vamos a toda prisa, tarea tras tarea, para llegar a tiempo, para cumplir, para sobrevivir. Tus haikus mre hicieron recordar "La lentitud", de Kundera, o esa estupenda joya de la filmografía hispanoamericana titulada "La estrategia del caracol".

Quién fuera caracol, aunque solo sea por probar unos minutos qué se siente al ver la hierba crecer.

XuanRata dijo...

Más que haikus a mí me parece un único poema en estrofas de tres versos. No hay más que por ejemplo leer seguidos los segundos versos de cada estrofa para darse cuenta de su íntima unidad. Y de su música.

Marisa dijo...

Espléndidos, Miguel. Haikus e inteligentes y evocadores mapas de miradas y sentimientos.

Un beso.

Isabel Barceló Chico dijo...

¿También haces haikus? Le das a todos los palos, manuel... Me encanta el del miedo y el insomnio, me parece perfecto. Un abrazo muy fuerte.

Iria dijo...

A mí, el sincretismo de los haikus me gusta...sin plantearme mucho más. Los tuyos, ¡me encantan! Enhorabuena Miguel.
Iria.