sábado, 28 de noviembre de 2009

Historia de la resurrección del papagayo


El papagayo se cayó en la olla que humeaba.
Se asomó, se mareó y cayó.
Cayó por curioso, y se ahogó en la sopa caliente.
La niña, que era su amiga, lloró.
La naranja se desnudó de su cáscara
y se la ofreció de consuelo.
El fuego que ardía bajo la olla
se arrepintió y se apagó.
Del muro se desprendió una piedra.
El árbol, inclinado sobre el muro,
se estremeció de pena,
y todas sus hojas se fueron al suelo.
Como todos los días, llegó el viento
a peinar el árbol frondoso; y lo encontró pelado.
Cuando el viento supo lo que había ocurrido,
perdió una ráfaga.
La ráfaga abrió la ventana,
anduvo sin rumbo por el mundo
y se fue al cielo.
Cuando el cielo se enteró
de la mala noticia, se puso pálido.
Y viendo al cielo blanco,
el hombre se quedó
sin palabras.
El alfarero de Ceará quiso saber.
Por fin el hombre recuperó el habla,
y contó que el papagayo se había ahogado
y la niña había llorado
y la naranja se había desnudado
y el fuego se había apagado
y el muro había perdido una piedra
y el árbol había perdido las hojas
y el viento había perdido una ráfaga
y la ventana se había abierto
y el cielo se había quedado sin color
y el hombre sin palabras.
Entonces el alfarero reunió toda la tristeza.
Y con esos materiales, sus manos
pudieron renacer al muerto.
El papagayo que brotó de la pena
tuvo plumas rojas del fuego
y plumas azules del cielo
y plumas verdes de las hojas del árbol
y un pico duro de piedra y dorado de naranja
y tuvo palabras humanas para decir
y agua de lágrimas para beber y refrescarse
y tuvo una ventana abierta para escaparse
y voló en la ráfaga del viento.



Eduardo Galeano
("Las palabras andantes" 1993)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hasta el final, no me he enterado de que era de Galeano, creía que era tuyo y se me ha hecho extraño, porque no es tu registro. Muy bonito cuento. Me ha recordado a "Caraballo mató un gallo".
Abrazos,
Rigoletto

Pilar de César dijo...

Maravilloso cuento. Mágica explicación del mundo tiene Galeano.