martes, 5 de febrero de 2013

Diario del funambulista



 
1 de enero

Herido de nostalgia,
enero deshereda a la lluvia
de tus lágrimas.

***

2 de enero

En la incierta oscuridad de la duda,
negra su noche fría,
se enreda la madeja de Penélope.
¿Cómo enhebrar en agujas de hielo
el hilo del dolor,
si ya Ulises regresa sin memoria?

***

3 de enero

Tetrástrofo monorrimo (o cuaderna vía, inviable)

De todas las promesas que oyeres facer hoy,
mañana no se cumplen, si fueren de Rajoy.
Cuitado ya esta noche a la cama me voy,
pues fuere un home ingenuo, pero ya no lo soy.

***

4 enero

Jamás lanzaré la primera piedra contra nadie:
En la sima más profunda del insomnio
se encuentra la navaja de Mr. Hyde.
Ay de ti si alguien desvelara su secreto.

***

5 de enero

Silencio.
Aunque aprendí tu nombre
en todas las lenguas,
jamás lo pronuncié en un lugar sagrado
para no despertar
los celos de los dioses.

***

6 de enero

Fue una noche en Solesmes:
El tiempo se detuvo. La abadía
reclinó sus sombras sobre el río
y el Sharte fue silencio sin orillas.

***

7 de enero

Si crees que tu ombligo es el centro del Universo,
descarta la idea de entender nada.
Desata el nudo,
suelta el cordón umbilical
y serás el astronauta
de tus sueños.

***

8 de enero

Tras la desbandada general de la comitiva,
hemos visto a los tres hijos de Diógenes
revolver en los contenedores de la melancolía
los envoltorios de la noche de las desilusiones.
Uno encontró la corona polícroma de Melchor,
destronado de un roscón del reino de la gula.
Otro, el anillo de plata, de la que cagó la gata,
de Gaspar, el rey desahuciado.
Y el tercero, los papeles mojados de Baltasar,
el desheredado de la esperanza,
negra como su suerte.

***

9 de enero

Ya sé que una chabola de Las Margaritas
(o de cualquier otro barrio marginal)
no es el Partenón coronando la Acrópolis.
Pero juro que he visto una princesa morena
bailando descalza sobre los escombros
como la elegida por los dioses.

***

10 de enero

Es peligroso soñar cuchillos
al amanecer
porque cortan la espuma de los despertares
y el alma se desangra.

***

11 de enero

En la embocadura de la noche
que recorren los ríos de la sangre
amémonos como dos desconocidos.

***

12 de enero

Toda metáfora es baldía
cuando el hambre se extiende como un sucio silencio
por las heredades de la muerte.
Vengan los sembradores de justicia
a deshacer milagros de panes y de peces.

***

13 de enero

No todo en invierno es frío.
Si el amor prende su llama,
hasta un siberiano río
hierve, crece y se derrama.

***

14 de enero

Todo lo ya soñado se diluye.

Reconstruyo el recuerdo con silencios
rescatados del fondo de lo oscuro,
pues las palabras solo fueron ecos.

Huyo de lo vivido sin la prisa
del sueño de ser río fugitivo
sin orillas ni puentes:
solo agua.

Y es la vida no obstante la que fluye
para ser uno mismo y ser de todos.

***

15 de enero

Seré breve.

Invocaré solo las palabras necesarias
para la articulación inteligible
del pensamiento impuro.

Puro deseo ya,
innecesarias las palabras.

Abra la noche su libro eterno de sábanas y estrellas.

***

16 de enero

(Soneto de repente, dialogado y disonante)

-Del sol de aquel invierno, ¿qué nos queda?
Quizá nos calentara alguna tarde
herida por el frío. Tal vez guarde
la sombra de los dos en la vereda

sembrada de recuerdos. La moneda
cayó de cara en su rodar cobarde:
-"Ya no hay más leña aquí que la que arde."
(Y se anudó el foulard azul de seda).

Después partió en un tren de primavera,
como Antonio, ligera de equipaje.
(Frank Sinatra cantaba "A mi manera").

Hoy es Ulises el que desespera.
Penélope inició su gran viaje,
cansada de oír cantos de sirena.

***

17 de enero

Confundido
escribí
(como si fuera un poeta joven):
"Esta es la ceremonia de la confesión".
Fue entonces
cuando las palabras huyeron
en busca de otras lenguas
"à la recherche du temps perdu"

***

18 de enero

(Der kaukasische Kreidekreis* )

La teoría de los círculos concéntricos
requiere la impaciencia de un poeta matemático
ensimismado en el cálculo infinitesimal,
que, como su propio nombre indica, no acaba bien:

-¡Eh, tú!, ¡chiflado!, deja un trozo de tiza para Bertol Brecht.


(*El círculo de tiza caucasiano)

***

19 de enero

Tal vez un día percibas
que hay más belleza en un polígono industrial
una brumosa tarde de enero entre dos luces
mientras fluye como un hilo de la melancolía
la trompeta de Chet Baker
manando impura de la radio de tu viejo coche
que en los jardines de Versalles
y aun que en el Taj Mahal.

Ese día sabrás que nunca le preguntarías
ni al mismísimo Gustavo Adolfo Bécquer
qué es poesía.

***

20 de enero

Vudú

No hace tanto tiempo
los calendarios nos daban ubérrimas cosechas
de días generosos
en horas demoradas en la dulce costumbre
de amar y de vivir.
Ahora, sin embargo,
los relojes horadan nuestras vidas
con agujas cansadas de subir por su esfera
con Sísifo a la cumbre
para luego rodar, pendiente abajo,
con vértigo infinito,
sin que sepamos nunca hasta cuándo
perdurará este eterno conjuro
de su vudú infalible.

***

21 de enero

Chernóbil

En los parques helados de Prípiat,
hasta las hojas muertas están muertas.
El reloj de la plaza se detuvo
a la hora exacta en que el corazón
de Lenin cayó fulminado
en el fondo de su propio sueño revolucionario.
Hoy los coches de su parque de atracciones
entretienen a la muerte
con sus resplandores ciegos de plutonio.
En el fondo de su río
solo quedan escamas irisadas
de lo que fueron peces.
La ciudad adolescente cumplía 16 años:
Ahora es un sarcófago que hierve.

***

22 de enero

Biopoética

Según recientes estudios
del Instituto de la Tristeza Universal,
está demostrado
que el aumento de la salinidad
de los océanos
se debe al vertido
incontrolado de lágrimas.

***

23 de enero

Martes.
La noche avanza con su puñal de hielo
y hunde su frío en el corazón
de los halcones solitarios que huyen del insomnio
en un cuadro de Hopper.
Llueve.
Cruzan las calles algunos coches raudos
que buscan hospitales o inhóspitos garajes
desde los que se accede a habitaciones tristes
donde la vida exhala el vaho de la derrota
y empaña los cristales desvelados
de sus ventanas pálidas.
Alguien dibuja un nombre con los dedos
en un gesto de amor infructuoso.

"Se prevén grandes nevadas en el norte".

***


24 de enero

Antirrima VII

Regresó a su vetusto salón
con su ingrávido paso de espectro invocado.
Se acercó hasta el ángulo oscuro
y miró con nostalgia infinita
aquel arpa que un día olvidó (como todo se olvida)
silenciosa y cubierta de polvo.
La tomó con su mano de nieve
y arrancó de sus lánguidas cuerdas
cuantas notas en ella dormían
y que ahora son solo palabras que vibran
en la voz de una chica que lee con dulzura
una rima de Bécquer en la clase de Lengua,
un día de invierno.

***

25 de enero

Surge la luz de ti
como una reverberación de la noche
aunque te apague el sueño.

***

26 de enero

Escalo hasta la cima de mi alma.
Desciendo hasta la sima de mi conciencia.
En la cumbre se atisba el bien.
En el fondo se vislumbra el mal.
Alpinista Jekyll.
Espeleólogo Hyde.

Cuando vuelvo a la superficie y lo cuento,
nadie me cree:
-¿Cómo puede un pobre diablo
practicar deportes de riesgo?

***

27 de enero

Hoy un vagabundo moldavo
tocaba su violín junto al pretil del puente.
Era un viejo violín algo desafinado
pero la melodía fluía con el agua del río
y arrastraba recuerdos como cantos rodados.
¿O era el río el que vibraba?
Hay quien dice que Stradivari construía
sus violines con la madera de un viejo árbol
sumergido
o con las tablas de antiguos barcos naufragados.
Hoy un vagabundo moldavo
tocaba su violín junto al pretil del puente.

***

28 de enero

El sueño del hojalatero

Las abejas noctívoras fabrican miel de luna
para la reina de mis sueños.
Construyen sus panales invisibles
en la maquinaria de los relojes de bolsillo
cuando los falsos amaneceres confunden a los gallos de las veletas.
Así larga será la noche
y te regalaré la rosa de los vientos.

***

29 de enero

Malos augurios:
He visto a las cigüeñas anidar en las grúas
y a los girasoles desolados.
Cualquier día
el río regresará del mar.

***

30 de enero

En el vasto ámbito
del silencio
he forjado los pensamientos
más puros.
Considera por tanto
estas palabras
partículas contaminantes.

***

31 de enero

Hipnos me hace trampas con tus sueños
y me aleja de las ciudades en las que duermes.
Ahora voy camino de Tombuctú
en una caravana de tuaregs,
oro, sal y marfil.
Pero regresaré antes de que despiertes
y me robes la almohada.

***

(Suma y sigue)

7 comentarios:

José Luis Martínez Clares dijo...

Has traído hasta aquí los versos y ya los dioses andan ciertamente celosos. Abrazos

Miguel Cobo dijo...

INVERSODIARIO es un arriesgado ejercicio de funambulismo poético, a modo de inmersión diaria, con el que cada noche improviso en Facebook unos versos de temática y métrica diferentes. Versos imperfectos, como monedas en la fuente que se arrojan para pedir un deseo o encender un fósforo que dura lo que tarda en apagarse.
Hoy trasplanto al Blog los del mes de enero por su carácter netamente "riográfico" y bajo este nuevo título que se justifica con este comentario.

***

Gracias, amigo José Luis y encomiéndame en tus oraciones, porque en ese estado los dioses son peligrosísimos. Sobre todo para un pobre diablo (como decía aquella copla, "el probe Miguel").

Un abrazo.

XuanRata dijo...

Kafka nos contó sobre un artista del hambre y un artista del trapecio. Supongo que entre los dos hay sitio también para un poeta del alambre.
Debe de ser bonito acostarse cada día sabiendo que no todo fue en vano. Leyéndote se me quitan las ganas de escribir pero se me acrecientan las de leer.
Un abrazo.


Marisa dijo...

Pues menos mal que esos versos son improvisados porque si te llegas a poner en serio con ellos no sé que hubiera pasado...

Son EXTRAORDINARIOS, Miguel, desde el principio hasta el fin. Imposible hacer un comentario-resumen de todos ellos porque cada uno con su lírica diaria posee y genera un sinfín de sensaciones, percepciones y belleza que me es difícil condensar. Así que, partiendo de mi consciente ineptitud, permíteme que disfrute otra vez de ellos (es la tercera vez que los leo porque, con toda honestidad, me encantan), y que me calle.

Un beso, querido poeta.

PD: sin ningún compromiso por tu parte, si no te apeteciera hacerlo, pero... ¿podrías darme tu dirección de facebook para poder disfrutar de esos versos riográficos día a día?

Miguel Cobo dijo...

Xuan, justo estaba vacilando sobre el cable, genuflexo, a punto de caer, cuando has llegado tú con tan hermosas palabras y me rehecho: Aquí estoy otra vez, en la cuerda floja.

Y que no se te quiten las ganas de escribir, que vuelvo a resbalar.

Un fuerte abrazo, amigo.

***

Querida Marisa, tus elogios no me envanecen:¡me anonadan! Aun así, no te calles ni me hables de ineptitud; sigue, por favor, reflejando en tu espejo lunar la belleza que atesoras.

Un abrazo tan grande como mi gratitud.

P.S.-Si quieres seguirme en Facebook, teclea mi nombre y apellidos -Miguel Cobo Rosa- en el buscador y pídeme amistad (por emplear la terminología al uso.)

Juan Herrezuelo dijo...

Yo, tan próximo como me siento a funambulismos vitales y poéticos, con cada uno de tus poemas fechados me iba quedando más y más como niño mirando allá arriba a un equilibrista: boquiabierto, se llama. Mucho es el caudal que lleva hoy el río de una sola entrada: tus versos me piden página de papel, me piden caracteres impresos para detenerme mejor en el gozo de leerlos. Y voto a Dios que no sabía que en el facebook había este nivel. Abrazos desde el alambre.

Miguel Cobo dijo...

Juan,tras el largo estiaje llegaron las lluvias y el río baja crecido. Ahora habrá que construir diques de contención para evitar desbordamientos. Por lo pronto, me he subido al cable bien tensado y lo contemplo desde la altura.
En cuanto a Facebook, hay de todo, claro; pero todos los ríos arrastran materiales de aluvión. Uno, prácticamente inédito, intenta aprovechar su faceta "libro".

Un abrazo y gracias como siempre por tus generosas palabras, amigo.