miércoles, 27 de febrero de 2013

Diario del funambulista (III)

 
                                              Paul Klee: Le funambule (1923)



15 de febrero

Una huelga de ángeles
urbanos
nos ha dejado huérfanos
de estrellas.
Duermen a la intemperie los vagabundos:
En los escaparates
se desnudan despacio las maniquíes.

***


16 de febrero

L'âme des poètes

En las cabezas de alfiler
hay pensamientos de hormigas prehistóricas
que se mezclan con los sueños de los trajes de novia
en la soledad de los probadores.
Las agujas
surcan los microsurcos de Charles Trenet
para que las modistillas cosan las olas del mar
con la música de los acordeones abandonados
bajo el puente Mirabeau.

***

17 de febrero

No sojuzgues a nadie.
El tiempo
es un certero lanzador de cuchillos
y puede esperarte
al filo de la medianoche.
Todo lo negarás,
pero el gallo -recuerda-
solo canta tres veces.

***



18 de febrero

Brevia-río

En las altas montañas
sueña el agua ser río.
Las nubes lo acompañan
hasta el mar infinito.
La luna tiende puentes
de luz en sus orillas.
Los músicos errantes
vierten sus melodías
para que el río arrastre
bellos cantos rodados.

***

  

19 de febrero

En el límite exacto
entre el sueño y el desvelo
tras el súbito despertar
afloraron nítidos recuerdos
de alguien que no era
yo. Por un momento
creí  ver a Caronte hundiendo el remo
entre la niebla.

***

  

20 de febrero

APOTEGMA

-Ante la duda abstente.

Dudó siempre y, siguiendo este consejo,
así la vida transcurrió entre dudas,
sin decidirse en las encrucijadas.

Y se abstuvo de todo
hasta la nada.

***

  

21 de febrero

En las cartas no escritas
marcaron las palabras silenciadas
la jugada perfecta.
Mas por hache o por be
nadie les puso el sello que humedece
la lengua
con un beso inconsciente
y el destino no quiso esperarlas a ellas.
El signo de otras vidas
cambió en aquel instante
y el sueño se esfumó cuando te despertaste.

***

  

22 de febrero

Machadiana

El tiempo vuela
cuando los años pesan
y la edad no perdona
y se demora
como los viejos tranvías
de la infancia
aquellos que tomábamos
en marcha
sin miedo al paso
de las estaciones
en la era feliz
de los descubrimientos
"a mitad de camino
de Úbeda a Baeza".

***


23 de febrero

Dice adiós el invierno
con su ingrávida nieve noctecina
refugiada en las cumbres.
A veces gira el viento del norte
que retorna un día de febrero
a recoger sus alas olvidadas
en la cruz de metal de las veletas
y luego barre el tiempo que sobró
de aquel fugaz amor no consumado.
Ya la vida confusa
se aferra al porvenir de otras canciones
que anunciarán la nueva primavera.

***


24 de febrero

Alma de blues

La lluvia no moja los sueños
de los viajeros que no se despidieron.
Los pañuelos blancos permanecieron
húmedos
en sus bolsillos agujereados
por las promesas rotas.
Los expresos de la noche incierta
descarrilan a la luz de la luna
mientras suenan las armónicas
de los esclavos negros en los algodonales
de Luisiana.

***

 
25 de febrero

Yolanda González: In memoriam

Un corazón cruel
no se alimenta de recuerdos
y silba la muerte tenía un precio
mientras trabaja
en las oficinas grises de la ignominia
con el nombre cambiado
al servicio de la patria que aúlla.

Ella era la conciencia
de su tiempo:
Estudiaba, trabajaba, luchaba.
19 años de sueños florecidos
en su propia belleza
inmarcesible.

Aquella madrugada
la acechaba la muerte más cobarde.
El odio fue a esperarla en el rellano
y dos balas después
en un frío y desolado descampado
se congeló el silencio.

***



26 de febrero

Noche de invierno en su decadencia extraviada
y fría.
Rememoro otras soledades
y la dulzura de otras voces perdidas
en el laberinto del olvido.
A veces percibo la fosforescencia de los sueños
sobre la ferralla oxidada
de la tristeza.
Después, la radio, la luna y el silencio.

***

  

27 de febrero

Desinspiración

-¿Qué sucede, Miguel? -me pregunta,
tan indiscreto como siempre,
Edgar Allan Facebook,
como si le importara un carajo
cuanto me suicide (o sucede: da igual).
Mientras en este precioso instante
de la eternidad
mil poetas están escribiendo
elversomássublimejamásescrito.
Y uno aquí, respondiendo preguntas
trasnochadas,
esperando la inspiración
como quien espera el tranvía
en medio de la Vía Láctea.

***
 

 
 28 de febrero

Mi patria era una fábrica de harinas
donde la reina era la perra Tula.
No era un himno ni un día de febrero
ni un discurso poblado de banderas.
Mi patria era salir corriendo de la escuela
a jugar en las eras del Barrero.
Mi patria no era un hijo predilecto
ni una proclama de palabras huecas.
Mi patria era un Cinema Paradiso
donde aprendí a soñar y a ser feliz
porque el futuro tan solo era un domingo.
Mi patria no era un mapa con fronteras
ni un caudillo acuñado en las monedas.
Mi patria era una plaza y un abuelo
y la banda de música del pueblo.
Mi patria verdadera fue ser niño
y en la infancia dejé mi patriotismo.

***


 

5 comentarios:

Emilio Calvo de Mora dijo...

Ahora cierro el miércoles con toda esa poesía, Miguel.

XuanRata dijo...

Te juro que me cuesta creer que alguien pueda encontrar cada día y todos los días ese minuto brillante que permita traducir a palabras la emoción, la música que sin duda resuena en todos y cada uno de nosotros. No me lo creería si no supiera que en el interior de cada día en realidad resuenan otros muchos y que la mayor dificultad tal vez sea ponerlos a todos de acuerdo para que el tiempo además de fluir confluya en ese minuto elegido. Puede ser quizás solo una cuestión de armonía, el trabajo de un director de orquesta más que el de un compositor.

Un abrazo, Miguel.

Juan Herrezuelo dijo...

Ah, en el alambre poético abren los brazos los versos genuinamente libres, los sentidos se crucifican al aire buscando el equilibrio, y en la infinitesimal convexidad de una cabeza de alfiler puede reflejarse con grandeza un Andre Breton o el García Lorca más surrealista, y en las ventanillas de un tranvía un profesor llamado Machado, y en la pantalla de un domingo por la tarde (ahora, por ejemplo), el recuerdo de los besos literalmente robados en los cinemas paradisos que en el mundo han sido. Hay tanto en los poemas de esta segunda quincena de febrero que da pudor quedarse con este o aquel verso…. Y encima un violín al fondo, que es mi patria ahora. Un abrazo.

Marisa dijo...

"El tiempo
es un certero lanzador de cuchillos"

Y de versos, querido Miguel, como los tuyos, afilados y afinados, tatuando las líneas más perfectas sobre la piel de la vida.

Son estupendos.

Un abrazo y todo mi cariño y admiración.

Anónimo dijo...

"Y se abstuvo de todo
hasta la nada."

Certero.

Besos