sábado, 24 de septiembre de 2011

Iberus Gualtieranus o la estrategia del caracol



Desciendo en torbellino por el tobogán de mi memoria en busca de la primera huella fonética registrada en su placa lingüística, allá donde el laberinto del oído conecta el nervio auditivo con  su neurona terminal en el mapa de los recuerdos. Ando buscando el verbo fundacional, la célula semántica primigenia  que generó en mi ser el eco racional de la especie: la primera palabra.  (Continúa en Barra libre)

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5 comentarios:

Anónimo dijo...

Siempre he dicho que mi ordenador y la página de barra libre deben tener "incomptencia" de caracntres: me da continuos problemas, incluido el de esfumar los comentarios.

AG

Anónimo dijo...

Mi querido Miguel:

Aprovecho navegar por tu riografía para mandarte un fuerte abrazo y dos besos.
Y solo dos, que son los buenos del día de hoy.
Deseo seguir compartiendo contigo, mares y versos en este nuevo año que comienzas.
Feliz cumpleaños, guapetón. :)

Miguel Cobo dijo...

Alberto, tus comentarios se clasifican en plasmados y frustrados. Los primeros me encantan. Los otros, me divierten.Una lucha sin tregua contra los ciberduendes.

Abrazo.

***

Gracias, querida Alejandra. Te espero siempre a la orilla del río.Trae un cuento chino en tu mochila.

Besos.

Lucas Loomis dijo...

Buenísimo , felicidades.

Miguel Cobo dijo...

Gracias, Lucas, por tu breve pero expresivo y generoso comentario. He pasado por tu blog y me propongo volver: ¡Me gusta, me gusta!

Un abrazo