miércoles, 24 de agosto de 2011

Arte poética






Mirar el río hecho de tiempo y agua

y recordar que el tiempo es otro río,

saber que nos perdemos como el río

y que los rostros pasan como el agua.



Sentir que la vigilia es otro sueño

que sueña no soñar y que la muerte

que teme nuestra carne es esa muerte

de cada noche , que se llama sueño.



Ver en el día o en el año un símbolo

de los días del hombre y de sus años,

convertir el ultraje de los años

en una música, un rumor, y un símbolo,



ver en la muerte el sueño, en el ocaso

un triste oro, tal es la poesía

que es inmortal y pobre. La poesía

vuelve como la aurora y el ocaso.



A veces en las tardes una cara

nos mira desde el fondo de un espejo;

el arte debe ser como ese espejo

que nos revela nuestra propia cara.



También es como el río interminable

que pasa y queda y es cristal de un mismo

Heráclito inconstante, que es el mismo

y es otro, como el río interminable.



Jorge Luis Borges (112º aniversario de su nacimiento)

                   ***

8 comentarios:

Juan Herrezuelo dijo...

Tu poema me traslada a ese enriquecedor libro de María Zambrano titulado "Los sueños y el tiempo", donde nos dice que la vida del hombre aparece en sueños privada del tiempo, es decir, que en sueños todos estamos privados de lo que el nacimiento nos da aún antes que conciencia: FLUIR TEMPORAL. Nacer, dice Zambrano, es nacer en el tiempo, como dormir es nacer en la noche de los tiempos; y la muerte es el sueño que no puede desvanecerse por ser lo ya vivido.

El arte como espejo del espejo del alma, reflejo de lo más hondo de nosotros mismos.

Un abrazo, amigo Miguel.

Emilio Calvo de Mora dijo...

Barra borgiana, un aparte necesario.
Hemos estado en los mismos libros sin darnos cuenta Juan, Miguel y yo mismo.
Somos, en el fondo, el mismo asombrado lector.
Espléndido.

Marisa dijo...

Excelente selección borgiana. Hasta que no he llegado al final, no he sabido que era del autor, lo he confundido con tus versos que tan sabiamente se podrían aproximar a esta poética.
"Los rostros pasan como el agua" es un verso para no olvidar.

Gracias por este poema Miguel, y un fuerte abrazo después de este perezoso paréntesis vacacional.

Kaperusita dijo...

¿Un muerte cada noche? Pudiera ser, solo así podríamos acostumbranos a su sensación y vivir cada día como el agua que nace y perece diluida en un mar que todo lo engulle.
Petición por petición, que sigas disfrutando de tus aguas :)

Miguel Cobo dijo...

Juan, el concepto "riográfico" en el blog acoge no solo la producción propia, sino cualquier otra de contenido "hidrográfico", bajo la etiqueta "Otros ríos" . Ya hubiera querido yo escribir este poema. Pero si de lo que se trata es de connotar posesión o pertenencia como patrimonio universal, es tanto mi poema como el tuyo.

Otro abrazo, querido amigo.

***

Emilio, viene a ser como la comunión de los santos...laicos. Uno de los últimos libros que adquirí hace un par de meses fue la Poesía completa de Borges. O sea el Nuevo Testamento de la poesía (junto a otros). Aquí, salmo responsarial.

Salud, mon ami.

***


Marisa, elogio desmedido el de tu primera impresión en la creencia de mi autoría. Te digo lo que a Juan y coincido contigo en la ponderación de la hondura poética de estos versos, de un neoexistencialismo barroco (si se me permite la expresión) muy riográfico.

Una gran alegría, verte por aquí de nuevo. Un abrazo, Marisa.

***


Kape, cada día más fina en tu percepción e interpretación de la poesía. Aún recuerdo tus recelos iniciales ante la poesía en general. Ya ves que es solo cuestión de sensibilidad, y a ti te sobra.

Un beso, María.

Anónimo dijo...

A mí también me estaba deslumbrando, te veía crecerte como río... pero desembocó en Borges: no te mereces que el genial ciego sea también sordo a tus impulsos y se te adfelante. Una putada riográfica.
Aunque no debes preocuparte: otras intuiciones tuyas no las pilló él.

Abrazo litoral, amigo mío.

AG

Miguel Cobo dijo...

Lo que sería una putada, querido Alberto, es que vuestra afluencia amiga deviara su curso y no viniera a desembocar con vuestros generosos comentarios en este cauce virtual. ¡Y tú, río de Granada, tan lorquiano!

Abrazo grande, amigo coetaenísimo (¡la vihen, qué palabro!)

Rossina dijo...

Gracias por este homenaje Borgeano del otro lado del gran río.
Mi compromiso con su literatura es de por vida.