Foto: Mª Carmen Cobo :Bahía de Halong (Vietnam)*
Mi corazón de náufrago es un barco
desvelado de lluvia en la negrura
que surca un mar lejano y su alma oscura
de islas horadadas que no abarco.
Estremece el misterio y la hermosura
que eligió mi naufragio como marco
cuando la bella Circe tensó el arco
del horizonte con su magia impura.
El mar era una lágrima infinita
vertida por la diosa desahogada
en el fondo abisal que nos habita.
De aquel barco oriental no queda nada.
La dama negra no acudió a la cita
y ya no madrugó la madrugada.
***
Miguel Cobo
* La fotografía fue tomada por mi hija unas horas antes de que nuestro barco se hundiera a la una de la madrugada del día 28 de julio. Nos arrojamos al agua y fuimos rescatados por otro barco que, afortunadamente, navegaba próximo.
desvelado de lluvia en la negrura
que surca un mar lejano y su alma oscura
de islas horadadas que no abarco.
Estremece el misterio y la hermosura
que eligió mi naufragio como marco
cuando la bella Circe tensó el arco
del horizonte con su magia impura.
El mar era una lágrima infinita
vertida por la diosa desahogada
en el fondo abisal que nos habita.
De aquel barco oriental no queda nada.
La dama negra no acudió a la cita
y ya no madrugó la madrugada.
***
Miguel Cobo
* La fotografía fue tomada por mi hija unas horas antes de que nuestro barco se hundiera a la una de la madrugada del día 28 de julio. Nos arrojamos al agua y fuimos rescatados por otro barco que, afortunadamente, navegaba próximo.
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6 comentarios:
Afortunadamente estás aquí para contarlo... ¡y de qué manera! Regreso momentáneamente, a bordo de tus versos, al Barroco más exquisito, pero con una emoción novedosa. Abrazos
Gracias, José Luis. Quizá aquel naufragio sea el origen de mi prolongado y reflexivo silencio. Me dejó mudo.
Un abrazo más riográfico que nunca, amigo.
Vuelves vestido de soneto y oro, y con un susto ahí abajo en cursiva que me ha puesto nervioso hasta saber que no hubo mayores consecuencias en el naufragio. Felicísima ausencia de la Dama: no era por fortuna el día de dar en la mar. Un abrazo.
Mientras recorría tu blog pensaba que hoy en día la navegación tiene diferentes matices, uno de ellos me permitió llegar hasta aquí.
Me gustó tu sitio, Arte y Literatura un regalo para el alma.
Saludos
REM
El mar estaba precioso, en calma y parece como si se pudiera caminar por él.
Una metáfora inadecuada cuando se quieren salvar vidas.
¡Ay! esto de ser humanos y poetas.
Saludos
Los naufragios sirven para eso, Miguel, para adentrarse en ellos y devolver en bellas rimas parte de lo que el agua se quedó.
Tras la tormenta siempre viene la calma, tras tu naufragio esta serena entrada.
Un abrazo!!!
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