Gracias, querido José Luis. Me atraviesa un río de silencio; un Guadiana de ojos interiores que esperan ver otra vez la luz, mostrar un agua más pura. Os sigo, amigos -a ti siempre- desde este letargo que se prolonga. A mí también me alegra saberte ahí, atento y generoso como siempre.
2 comentarios:
De nuevo por aquí, amigo Miguel, cruzando otro río. Y tus lectores esperando tus palabras en ambas orillas. Me alegra saber de ti. Abrazos fluviales
Gracias, querido José Luis. Me atraviesa un río de silencio; un Guadiana de ojos interiores que esperan ver otra vez la luz, mostrar un agua más pura.
Os sigo, amigos -a ti siempre- desde este letargo que se prolonga.
A mí también me alegra saberte ahí, atento y generoso como siempre.
Otro gran abrazo, amigo.
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