domingo, 31 de marzo de 2013

Diario del funambulista (marzo III )



                   Foto:  Jean-Roger Caussimon - Le funambule


21 de marzo

Caminaba por la antigua ciudad
el día que dijo adiós el viejo invierno.
No llevaba equipaje ni sombrero:
Tan solo el beneficio de la duda
que fue dejando atrás el calendario.
-La vida ya no cambia de estación,
pensó mientras vaciaba los bolsillos
de unas cuantas monedas que al caer
sonaron más que nunca a calderilla.

***

22 de marzo

A veces en el muelle de las palabras
descargo áridos
y otros materiales de construcción
como astillas de silencios rotos,
que son estos crujidos
que te hablan hoy por mí.


***

23 de marzo

Lamento cubano

Cuando guardamos un minuto de silencio
el tiempo ya no pesa y se hace eterno.
Es entonces la lágrima
la unidad del dolor.
La gravedad más pura no se mide
en gramos por centímetro cuadrado.
Tras el minuto eterno,
ya el piano de Bebo suena solo.

***



24 de marzo

Desolados ante la infinitud
contemplamos el paso de la vida
a través de los tristes árboles
de este humilde parque abandonado.
Para colmo de la desazón
nos da por pensar: Unos tanto y otros tan poco.
Hasta la luna parece mirarnos
a través del ventanuco
como si le sobraran el cielo y la noche.

***


25 de marzo

Por muy pronto que abril
prometa soles,
no te desnudes aún
y desconfía
de este marzo y sus nubes
peregrinas
que dibujan tus sueños en el cielo.
Si amaneces sin sábanas
ya es mayo.

***


26 de marzo

El sueño de Paul Klee

El auriga azul fustiga las cuatro libélulas irisadas
que tiran de su ingrávido carro de plumas de urogallo.
Poseído por la policromía de los mandarines,
vuela hacia la colina de los siete arcancieles
para recuperar la caja de lapislázulis
que olvidó en la casa de Copérnico.

***


27 de marzo

La libertad se humedece en los sótanos
sin tragaluces.
Se agazapa en las sentinas de los buques de carga
a la espera de los amaneceres portuarios.
Tiembla en los pasillos de las quintas plantas
que desembocan en siniestros despachos
de ventanas entreabiertas que dan a un patio sin vecinos.
Se apaga cuando se encienden los flexos
y se desmorona cuando viaja en coches negros
que circulan de noche por carreteras secundarias
y atraviesan puentes sin pretil.
La libertad no ama las pulseras ni los collares ni los anillos
ni las cadenas, aun cuando sean de oro.
La libertad no grita: se respira y se nombra
en las calles sin dueño y celebra
los días y las noches, la lluvia y la nieve,
las nubes y el viento, el sol y las estrellas.

***


28 de marzo

Camino de imperfección

Busco tenazmente la imperfección.
Sí, he dicho bien, la imperfección:
Mi lado más humano.
¿Quién sería yo sin mis errores?
¿Qué sería de mí?


***


29 de marzo

Anacronismo

En noches como esta
mientras las calles de la ciudad
se llenan de pasos perdidos que huyen de la lluvia
con un estruendo de tambores,
la sala de estar se ha convertido
en la casa de la expectación de los gladiadores.
Espartaco yace con la bella Varinia
y prepara la rebelión de los esclavos
en una pantalla de plasma.
Batiato, sin embargo, ahora es un cantante.
La "madrugá" reescribe su intrahistoria.

***

30 de marzo

Recorro las galerías secretas del idioma
y excavo en el subsuelo para buscar palabras
olvidadas y desconocidas, aun para filólogos.
Ahora te las susurro al oído
y aunque nos resultan ininteligibles
has querido que te las escriba en la espalda
con el dedo corazón.
Luego te has dado la vuelta y las hemos traducido
a besos.

***


31 de marzo

Antifábula

Es cierto, la cigarra vive a salto de mata,
pero sabe que cuenta con el viento:
Si le es favorable, llegará muy lejos.

Sin embargo la hormiga
hipoteca el hormiguero grano a grano
sin contar con que el jardinero
removerá la tierra con su rastrillo
cuando llegue el invierno.

***


miércoles, 20 de marzo de 2013

Diario del funambulista (marzo II)



                                         Imagen: Lucie, tome 2 : La Funambule [Album]
                                        Catel , Véronique Grisseaux







11 de marzo

Un buen centrifugado de partículas elementales

 transformó a Júpiter en cisne, toro y lluvia de oro.

 Ovidio utilizó una fórmula magistral:

 concentrado de plata palatina al cinco por ciento

para mutar a Julio César en estrella.

 Apuleyo no quiso ser menos

 y con un sofisticado acelerador de partículas

 convirtió a Lucio en un reluciente asno de oro.

 Sin embargo el desgraciado Franz

creyendo inventar la verdadera metamorfosis

 se enredó en un sueño genuinamente kafkiano

 para dejar al pobre Gregorio Samsa

transformado en un vulgar escarabajo, patas arriba.

 ¡Los daños colaterales de la literatura!

***
12 de marzo
 

El río recuerda Roma
 

Serpentea el río

 y quieta la ciudad lo espera

 somnolienta

 tras el último meandro por el este.

 Luego

 atraviesa sus puentes orgulloso

 cual si las legiones romanas contemplaran

 la majestad de su fluir eterno.

 Porque el rumor del agua

 es esa voz del tiempo que susurra

 la verdadera historia:

 La que solo el río y la ciudad recuerdan.

***

13 de marzo


Al itálico modo; digo, miedo.

Es un temblor y es un escalofrío.

 Un sudor animal, un hormigueo;

 un vértigo infinito en su apogeo.

 Un abismo insondable, un gran vacío.
 

Es náusea, agitación y desvarío;

 punzada, duda, descontrol, mareo.

 Sombra, daga, siniestro alacraneo.

 Aquelarre infernal, fátum sombrío.

Se introduce en tu alma y la mancilla.

 Desarbola tu fuerza, te doblega;

 sume tu noche en turbia pesadilla.
 

Es tu cuello vencido que se entrega

 por ser guillotinado a la cuchilla

 con la que el cruel verdugo te lo siega.


***


14 de marzo
 

Principio esencial de la contradicción.

Tras apurarlo,

 el poeta leyó los posos del café:

-Si quieres que se cumplan tus sueños,
 duerme.


***


15 de marzo



Perdido en los bosques del espíritu

 de los sueños,

 voy dejando migas de soledad.

 ¿Alguien me sigue?
 

¡Malditos pájaros del olvido!
 

Voy dejando piedrecitas

 por el sendero de la memoria.

 ¿Alguien me sigue?

***



16 de marzo
 

Oda

Hay quien desorientado

por la profusión de palabras profilácticas

podría pensar que no hay poesía

en la palabra crustáceo

 Nada más lejos de la sensualidad.

Crustáceo es una palabra que se toca

 con los dedos que se chupan. Cruje

su caparazón de capitán Bogavante

cuando Diego El Cigala

enseña sus anillos de oro en un bolero

 sentimental.

***


17 de marzo
 

Si una tarde como esta

 del final del invierno

 notas un punzada

 de dolor en el pecho,

 tal vez alguien lejano te recuerde

 (aunque tú no lo sepas)

 ya por última vez.

 Y esa nostalgia ajena

 te clave las agujas

 con que tejió el amor

 que un día te profesara,

 sin que tú lo supieras.

***




 18 de marzo
 

"No la toques ya más..."


La vulnerabilidad de la rosa

 no radica tanto en la fragilidad de sus pétalos

 como en la inconsistencia de las miradas

 que se pierden indiferentes a su belleza

 durante la decadencia de su vida efímera.


***


19 de marzo



Regresa la sangre al corazón:

Las horas del desvelo muerden


como lobos hambrientos.

***



20 de marzo

Antes de aquel verano hubo otros sueños

 a la deriva del azar incierto.

 Mas en septiembre tú

 corregiste el rumbo levemente hacia el sur,

 como por un milagro.

 Luego viajamos juntos río abajo

 siguiendo nuestra estrella,

 tatuándonos los puntos cardinales.


***

domingo, 10 de marzo de 2013

Diario del funambulista (marzo I)





1 de marzo

Tocata y fuga surrealista para un delírium tremens

Tiempos de confusión
para las guitarras eléctricas.
Los órganos se fugan de las catedrales
y ocupan las plazas de Turingia
junto a un Johann Sebastian desconcertado
mientras los músicos callejeros
malvenden sus stradivarius en los mercadillos
medievales.
Eric Clapton afina su stratocaster
junto al encantador de serpientes.
Eva por fin regresa al Paraíso
y ahora es un tal Isaac Newton
quien le ofrece una manzana

***

2 de marzo

El mercader de Oniria
se adentra en el desierto de la noche
con su cargamento de sueños.
Sus camellos dorados transportan
túnicas inconsútiles, abalorios de jade
con incrustaciones de zafiros
y esencias de Namibia
para agasajar a las princesas descalzas
que duermen en las chabolas
de los suburbios de Dar es-Salam.

Algunas noches en el hemisferio sur
sobre la miseria florecen las estrellas.

***


3 de marzo

El tiempo muerde
con los malos recuerdos.
Los mendigos tienden su memoria
a la intemperie.
Desayunan incertidumbre,
almuerzan desprecio
y cenan soledad.
Luego, recogen sus cartones
y se refugian
en sus hangares de invierno.
Cuando el sueño se enfría,
amanece en los cajeros automáticos.

***

4 de marzo

La nieve
nunca te despierta.
Con su silencio blanco
cubre tus sueños.

***


5 de marzo

Son las huellas del alma
las palabras.
Palabras que a su vez
nos dejan huella.
Del alma y para el alma
las palabras.

***



6 de marzo

Summa Amartis

Toda la vida
estudiando Historia de Amarte:
La geografía de tus lunares
La arquitectura de tu cuello
La gramática de tu sonrisa
La geometría de tus sinuosidades
La historia de tus huellas digitales
La aritmética de tus propiedades
conmutativas...
Así, un curso tras otro;
repitiendo una y otra vez,
sin ganas ningunas de licenciarme.

***


7 de marzo

Esta tarde Eolo
revoloteaba travieso
y decidió bajar a la calle
en plan Mister Torbellino.
Los paraguas se volvieron
para saludarlo
y la ciudad se llenó
de marypoppins y marylinmonroes.

***
 
 

8 de marzo

La lluvia
se ha confabulado con la noche
para intimidarnos
con su pluvial clamor
contra los ventanales del deseo.
Sin embargo, su bramido ancestral
confiere al dormitorio
la sacralidad de un santuario.
Sobre tu hermoso cuerpo
desnudo en la penumbra
te resbalan las gotas sin tocarte.
Ya la lluvia se amansa
y es ahora el rumor de una oración
a Eros al que la sangre humana se ofrece
en incruento sacrificio.

***


9 de marzo

Salve epistolar

Las postdatas
tienen
siempre
la última
palabra.
Aunque escribiste
adiós,
un último
pensamiento
torció
la línea
de la mano.
Nunca digas:
"Estaba escrito":
El destinatario
sucumbe siempre
a su destino.

***


10 de marzo

La casa derruida es temblor de recuerdos:
También se desmoronan conforme van surgiendo.
Ahora busco monedas sin valor de mercado
en el bolsillo roto del antiguo verano
y tan solo conservo el sabor a vainilla
y apenas dos pesetas que costaba el helado.

***