Foto: Río Paraná (Santa Fe -Argentina) de Ricardo de Luca
Somos el tiempo. Somos la famosa
parábola de Heráclito el Oscuro.
Somos el agua, no el diamante duro,
la que se pierde, no la que reposa.
Somos el río y somos aquel griego
que se mira en el río. Su reflejo
cambia en el agua del cambiante espejo,
en el cristal que cambia como el fuego.
Somos el vano río prefijado,
rumbo a su mar. La sombra lo ha cercado.
Todo nos dijo adiós, todo se aleja.
La memoria no acuña su moneda.
Y sin embargo hay algo que se queda,
y sin embargo hay algo que se queja.
Jorge Luis Borges
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7 comentarios:
Borges siempre alrededor del reloj del Tiempo...lo mismo que nuestro poeta Machado:
"Cuando el jilguero no puede cantar
Cuando el poeta es un peregrino,
cuando de nada nos sirve rezar
Caminante no hay camino,
se hace camino al andar...
Golpe a golpe, verso a verso.
Muchas gracias, Miguel, un beso.
Ah, ese final...
gracias por elegirlo y recordárnoslo.
Manrique redivivo, clásico eterno, río de la vida, amistad que fluye, empatía que se desborda e inunda...
Se llama limo, aunque Miguel se llame (con permiso de M. H.)
AG
Borges era un tipo fluvial. Todo lo fluvial que puede ser un señor que habita laberintos y recorre sus pasadizos de palabras y memorias. Pero los ríos también son pasadizos que arrastran la memoria de un lugar a otro. Creo. Esa es quizá la parte acuática del escritor.
Abrazos, amigo Miguel
Un soneto de Borges, un río argentino. Hoy te siento agua de la misma orilla.
"La memoria no acuña su moneda" Podría ser el epitafio de una civilización o de un hombre cualquiera. Tremendo Borges.
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