lunes, 9 de noviembre de 2009
Cápsulas bioanímicas
El abismo seduce al suicida, ávido de eternidad
Narciso sufre ante su belleza, evanescente e inaprensible
Cada ola trae noticias de un naufragio ignorado
La melancolía es la humedad del espíritu, el asma del alma
Cada ráfaga de viento abre la puerta de un misterio o desvela un secreto
B.B. King llena el aire de briznas eléctricas de algodón
La belleza más indescifrable sólo puede ser revelada por la música
Antes de nacer me di una vuelta por la nada
Cuando la noche muere, el día “ama nacer”
Cronos nos hace vudú con las agujas de nuestros relojes. Su maleficio es infalible
Dios dejó de creernos tras crearnos. Desde entonces se recrea a sí mismo
Miguel Cobo
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4 comentarios:
La última cápsula es buenísima.
La novena también.
Un abrazo.
Gracias, José Alfonso, por adherirte a mi modesta nómina de seguidores y por tu comentario. Yo también he visitado tu blog y me parece tan interesante que lo frecuentaré. En cuanto a las cápsulas, la cuestión es que liberen su principio activo y estimulen nuestras neuronas (aunque -como ocurre con cualquier fármaco- puedan tener sus contraindicaciones; yo las recomendaría para estimular el escepticismo, la ironía y el sentido del humor). Un abrazo desde nuestra senequista Córdoba.
Estoy muy ausente porque no soporto la luz y mis apariciones son breves, siempre breves y a media luz, comno en el tango. Me encantan estas greguerías que tú llamas cápsulas. La del vudú es genial (quiero decir: aun más genial que las demás).
Rigoletto
Tómate esta cápsula y mejorarás: Sólo a media luz (tanguera) percibe el tacto "Perfume de mujer" (pregúntale a Al Pacino)
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