sábado, 21 de noviembre de 2009

Tren Silvania


En un intento vano de ahuyentar tus fantasmas
te subiste en el tren de los vampiros.
Recorriste sin miedo los pasillos de sus vagones gélidos
y miraste detrás de las cortinas. Eran viajeros clónicos
iguales a sí mismos cual cromos repetidos
de antigua colección. ¿O eran fotografías
de tu propio pasado? No percibes el rostro
reflejado en tu espejo. Tienes la mano fría.
Tu corazón no late. El tren no se detiene

4 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Es que has visto lo de la dichosa trilogía? Dientes de ajo y cruces, que los poetas no mueren nunca.
Rigoletto

Miguel Cobo dijo...

No, Rigo. Es un poema de hace cuatro o cinco años que forma parte de la etiqueta Poemas del tren y que , en un principio, pensaba estructurar en un libreto (frustrado) que iba a titular "Vía Crucis". Ahora es el título de un poema concreto de la serie que se puede leer en el blog.

Arabella Salaverry dijo...

Hermoso poema. Yo ando subida en el tren de la nostalgia, y buscando imágenes me encontré con la fotografía, y luego vino el texto. Una hermosa coincidencia!
Lo he disfrutado muchísimo

Arabella Salaverry

Miguel Cobo dijo...

Arabella, errar sin rumbo por las estaciones de la red nos sorprende siempre. Es la maravilla inagotable de este medio genial. Me alegro de que te haya gustado este poema. La metáfora del tren, del viaje iniciático,siempre me ha gustado. en el cine, en la literatura...Si quieres, puede ver las etiquetas "De estaciones y trenes" en mi blog.

Saludos.