I Funambuli- Luca Cervini
1 de junio
Hay en tu mirada
submarina
una linterna azul exploratriz
que ilumina los fondos del deseo
como un pez abisal y de perfil
***
2 de junio
2 de junio
Al filo de la
medianoche, coincidiendo con la precipitada
vuelta a casa de las cenicientas del barrio, es raro
encontrar ratas alrededor de los contenedores de basura y
aun
de los vertederos del extrarradio. Su otrora frecuente
presencia ha sido sustituida por famélicas tribus urbanas
escapadas de una página apocalíptica de Cormac McCarthy
que husmean y hurgan con ganchos y palos y en ocasiones
encaraman e introducen en su interior a pequeños buzos
que revuelven entre los restos del naufragio de la
ci-vil-ización.
Les aseguro que no
buscan ningún zapato de cristal.
***
3 de junio
3 de junio
Llegas al mar y el
sol te recibe refulgente.
Sabe que lo adoras
ofreciéndole tu cuerpo bruñido
con sal y algas
como una egipcia descendiente de Nefertiti
que huyera de la sombra sacrílega de las palmeras de
Alejandría.
Tu mirada se adentra
en los pasadizos de un castillo de arena
modelado por las manos de la niña que fuiste
y que acarrea ahora los recuerdos con un lento oleaje.
Contemplas el resol
de los azules marinos y celestes
que se funden en el horizonte
para teñir la túnica dorada de tu piel.
Suenan las antiguas
canciones del verano.
***
4 de junio
Llega, una vez más,
la noche
y pienso en Penélope enhebrando la aguja
con el hilo de un mal sueño.
Sé que os habéis
visto, como yo,
más de una vez en la cuerda floja
observando cómo el vacío era un gran bostezo:
la boca abierta del hambre de ser y de existir.
No preguntéis,
llegado el caso, desde qué ventana
entreabierta destrenza Penélope la cuerda
de vuestros sueños.
***
***
5 de junio
A la pata coja
Pensé escribir una
copla
de pie quebrado esta noche
cojeando
al bies de la cuerda floja
y a despecho de Caronte
vacilando
Pero pronto me di
cuenta
que caminar de esa guisa
da pavor
Y de manera incruenta
reanuda el funambulista
su labor
***
6 de junio
Mester de ornitología
Supe, por mi oficio,
de golondrinas
licenciadas en historia del arte
que solo anidaban bajo cornisas
de iglesias románicas
seducidas por el encanto de los canecillos
que guardan los secretos
de los funámbulos medievales.
Tal vez de ellas
aprendí el equilibrio.
7 de junio
¿Qué es el tiempo?
¿Acaso sabe el verano
que es verano?
Y el mar: ¿Obedece a
las clepsidras?
¿Conocen las olas el
calendario de las mareas?
No tengas nunca la
falsa sensación de perderlo:
Una sola noche de
amor es eterna.
Amarte está fuera del
tiempo.
***
8 de junio
Niágara
- ¿Cuál es el propósito de su viaje?
Le preguntaron dos
policías al llegar a Canadá.
Halcones en el cielo,
ráfagas de viento, nubes pulverizadas...
Era un viernes de
junio como hoy, noche cerrada también.
Media hora antes,
había partido desde Estados Unidos.
El río Niágara lo
separaba de su sueño:
Al filo de las diez
de la noche, afianzó sus pies sobre el alambre,
se aferró a la pértiga
y se encaminó hacia el abismo de las cataratas.
Nick Wallenda recordó
a su abuelo:
“La vida está sobre el alambre, todo lo demás solo es
esperar”
Hace ahora un año.
El funambulista lo
anota en su diario riográfico.
9 de junio
Guardo en el hueso del albaricoque
un sonido de la infancia. El eco de Proust
en el silbato del tren eléctrico
que aún resuena en su secuencia
pentagramática: al-ba-ri-co-que.
Su almendra amarga, su fruto dulce,
tu piel suave. Albaricoque,
como por arte de birlibirloque.
***
10 de junio
El eterno retorno: el silencio y el vértigo;
el hilo segregado por la araña
tejedora del tiempo y sus divagaciones.
Retornar otra vez: tu desvelo en mi sangre
navegando la noche por los ríos de mis venas,
hasta tu dulce embarcadero. Las palabras
de todos nunca fueron tan nuestras.
***
6 comentarios:
Muy buenos recorridos sobre tu cuerda floja, Miguel. Gustan estos recopilatorios.
Sigo esperando que me digas que te has puesto en contacto con el agente literario que te dije.
AG
El verano anda buscándose todavía, de la manera en que se buscan quienes todavía no se conocen bien. Abrazos, poeta
Con deliciosa generosidad estilística has tendido la alfombra roja de versos al verano. Y es un placer pisarla y pasearse por ella, porque intentar resumir tu creatividad, ingeniosidad, habilidad poética que es virtud, tu delicada sensibilidad y tu inteligente pericia para convertir la realidad en arcilla en tus manos, sería una tarea poco menos que imposible en mi pluma.
Excelentes versos, Miguel, como siempre. El funambulista no podrá perder el equilibrio pero se mantiene fiel a una trayectoria que nos deleita, pasito a pasito, día a día (admiro tu voluntad-fidelidad para pintar TODOS los días de versos).
(Te leo diariamente por Facebook pero no me gusta comentar, prefiero estar de "voyeur ").
Un beso, querido poeta.
Thanks Miguel!!
Haz caso a tu amigo Granados. Llama al señor agente. La colección funambulista no puede ser cosa de las redes. Hazla papel o, al menos, papel electrónico.
Un abrazo y enhorabuena, padre, poeta.
Alfon
Miguel, después de leerte se me ocurre que es tu alambre un transunto de tu río, río inverso por cuyas orillas fluye el aire, con la profundidad justa del vacío, corriente alterna entre el agua y el el cable, por la que braceamos.
Un abrazo.
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