miércoles, 13 de abril de 2011

Las bocas del silencio


El silencio del olvido

El silencio del desprecio

El silencio de la indiferencia

El silencio del desarraigo

El silencio de la soledad

El silencio del desamparo

El silencio de la duda

El silencio de los desheredados

El silencio de la premonición

El silencio de la oscuridad

El silencio del miedo

El silencio del insomnio

El silencio del vacío

El silencio del desamor

El silencio de la ansiedad

El silencio del desasosiego

El silencio de la ignorancia

El silencio de la sabiduría

El silencio de los espejos

El silencio de las estatuas

El silencio del náufrago

El silencio del autista

El silencio de Dios

El silencio de la muerte

El silencio de la Nada

El silencio de la página en blanco

***

Miguel Cobo Rosa


23 comentarios:

Emilio Calvo de Mora dijo...

Hola, oscuridad, dijeron el Simon y el Garfunkel. En la oscuridad, todos esos silencios se multiplican. El mejor es el silencio de Dios: es soportable vivir sin una figura a la que adorar. Mi único lenguaje es mi cuerpo. Mi única patria, mi lenguaje, escribió el poeta. El silencio de la muerte no es tal. El silencio del espejo es un silencio duplicado. Hay donde quedarse en el escrito, mon ami. Me quedo en la oscuridad, de momento. Ahí el silencio es siempre doloroso.

Miguel Cobo dijo...

Hay silencios sobrevenidos y silencios invocados. Hay silencios que nos duelen y silencios que infligimos , no siempre ponderados con la misma sensibilidad. Hay silencios que resuenan como gritos (The Killing Fields)y silencios que dejan de serlo, cuando se escriben. Debería haberme callado. Pero ¿alguien habría escuchado mi silencio? Tú, Emilio, estabas ahí para iluminarlo, para exorcizarlo. Hace tiempo que me queman algunos silencios.

Buen día. Buena suerte.

Ramón Besonías dijo...

Silencios apetecibles:

- el de mis alumnos (cuando la ocasión lo pide)
- el silencio en el campo, tumbado sobre la hierba
- el que me hace enmudecer cuando observo a mi hijo jugar
- el "mute" televisivo
- el instante mudo cuando escribo, ese tiempo insondable en el que ni yo sé bien hacia donde voy, ni de dónde vengo, pero sucede...
- el silencio durante esos tiempos muertos en los que nada nos reclama, nadie nos espera

Unknown dijo...

El silencio cuando hay ruido.

Abrazos

mjm dijo...

El silencio cuando pienso en su nombre.
El silencio cuando miro sus cuadros.
El silencio cuando entro en su casa.
También a mí me queman algunos silencios.

Miguel Cobo dijo...

Los silencios de Ramón y de Alfonso tienen otra consistencia más amable, más benéfica. Son silencios físicos, admirativos, liberadores.

Con María José, volvemos al silencio metafísico: un silencio con otra densidad y otra textura. Aunque a veces se produce un silencio híbrido, fronterizo como el de Ramón cuando obeserva a su hijo jugar, de calidad superior, profundamente humano.

En cualquier caso, todos hemos necesitado palabras (aunque,en tanto que escritas, silenciosas) para exteriorizarlo. Como en la adivinanaza de "La vida es bella": Cuando se nombra, desaparece.

Alberto Granados dijo...

Shhh! Estoy pensando en silencio.

AG

Miguel Cobo dijo...

Alberto:

Malena dijo...

Hay silencios demasiado elocuentes.

http://www.youtube.com/watch?v=6hD0p4qtPP4

Miguel Cobo dijo...

Malena, elocuente y bello. Y terrible. Aunque, si hacemos caso a Emilio, ese silencio no es tal. Sea como sea, magnífica la canción de Silvio.
También existe ese otro silencio poético, tan nerudiano: "Me gustas cuando callas, porque estás como ausente".

Besos intercontinentales, amiga (ya no solo de barra).

Anónimo dijo...

Me acordé de un libro que publiqué hace varios años. Se llamaba "Experto en silencios".
Un cordial saludo,
PABLO GONZ

Marisa dijo...

Me gustan más los silencios que gritan que las palabras que callan.
Por ello me gustan los silencios de tus versos.

SILENTIUM

"Quizás sea el silencio el alma de todas las cosas, como sostiene un célebre poema, pero el alma de la lengua no está hecha de silencio. El alma de la lengua es el silencio que grita".

Kiril Kadiiski.

Un beso a voces, Miguel.

Malena dijo...

Pasé por la casa de Emilio y leí que decía acerca del futuro:
"Al pueblo llano, al iletrado y al curtido, al experimentado y al plúmbeo, lo que les pone es el vacío narrativo, los espacios en blanco en el mitad del texto más o menos previsible."
Recordé tu última línea y no pude dejar de pensar:
¿El futuro es silencio?

Miguel Cobo dijo...

Pablo, me gustaría leer tu libro. ¿Se puede encontrar por aquí?
Si consideráramos los libros nunca escritos, que rondaron por la mente de sus autores sin llegar a plasmarse, estaríamos ante la Enciclopedia Universal del Silencio, que contendría toda la sabiduría callada y nunca formulada (una obra ingente).

Otro cordial saludo.


***

En Música los silencios se "escriben" en los pentagramas. Y es el lenguaje más universal. Por algo será, ¿no, Marisa?
Mira lo que dice Clarice Lispector
"...Pues si al principio el silencio parece aguardar una respuesta -cómo ardemos por ser llamados a responder-, pronto se descubre que de ti nada exige, quizás tan sólo tu silencio."
O sea, el alma de la palabra. Es un secreto a voces.

Volvemos a la palabra y a los besos.

Miguel Cobo dijo...

Malena, si el futuro es una página en blanco (actitud realista y pragmática) es silencio. Si, por el contrario, es la concreción de un "Imaginarium", es un clamor.

Lo que está claro -y lo estamos viendo- es que el silencio es un gran generador de palabras. Habría que sobrepasar a Saussure, visto lo visto: El signo (la palabra) sería una realidad de tres caras: significante, significado y silencio.

XuanRata dijo...

Dicen que en medio del desierto, bajo una noche limpia y en soledad, puede escucharse el zumbido tenue pero imponente del cosmos. Así que, ni ahí.

Kaperusita dijo...

El silencio inspira, eso está claro. Yo me quedo como doloroso con el silencio de la impotencia y como agradable con el silencio de los sueños.
Inspirador y metabolizante, se quiera o no, silencios que hacen que se hable.
Un abrazo, querido amigo:)

Miguel Cobo dijo...

Xuan, el silencio absoluto o, como diría un científico, químicamente puro no existe. Siempre ese inquietante zumbido...Pero yo creo que no procede del Cosmos, sino que procede del laberinto nuesro oído.

***

Kape, hoy el silencio se transformó sonidos.Los de tu propia voz: ¡Qué bonita!

Irene Bebop dijo...

Precisamente el último es el que más me aturde en estos días. Muy egoísta por mi parte, sí...

Un beso!

Miguel Cobo dijo...

Irene, las páginas en blanco están siempre ahí, provocándonos con su silencio. Terrible el ruido que produce el arrugarlas antes de lanzarlas a la papelera con tres palabras desahuciadas. Pero no desesperemos, ya llegará la lluvia fértil.

Besos

siroco-encuentrosyamistad dijo...

El silencio es denso tras el grito.

Gracias por tu blog

Miguel Cobo dijo...

Siroco, sí, el silencio es materia, tiene propiedades. Su densidad, su peso, su volumen. Tras el grito es espeso, ciertamente.

Gracias a ti por tu lectura y comentario.

Un abrazo

Emilio Calvo de Mora dijo...

Si lo que vas a decir no es más bello que el silencio, no lo vayas a decir, Manolo García dijo en su Último de la Fila. Y sobra todo.