Leo Ferré
El puente Mirabeau mira pasar el Sena
Mira pasar nuestros amores.
Y recuerda al alma serena
Que la alegría siempre viene tras de la pena
Viene la noche suena la hora
Y los días se alejan
Y aquí me dejan
Frente a frente mirémonos-las manos enlazadas-
Mientras que pasan bajo el puente
De nuestros brazos -fatigadas-
Las hondas silenciosas de nuestras dos miradas
Viene la noche suena la hora
Y los días se alejan
Y aquí me dejan
El amor se nos fuga como esta agua corriente
El amor se nos va
Se va la vida lentamente
Cómo es de poderosa la esperanza naciente
Viene la noche suena la hora
Y los días se alejan
Y aquí me dejan
Huyen el lento día y la noche serena
Mas nunca vuelven
Los tiempos que pasaron ni el amor ni la pena
El puente Mirabeau mira pasar el Sena
Viene la noche suena la hora
y los días se alejan
y aquí me dejan
Marc Lavoire
Guillaume Apollinaire
Versión de Andrés Holguín
10 comentarios:
Buen lector de poesía como soy, me siento avergonzado al reconocer que soy un ignorante (salvando a Baudelaire) en la francesa. Adoro su novela. Soy un entusiasta del cine de los sesenta y de los setenta (Chabrol, Goddard, Truffaut, Resnais) pero a esto no llego. Me obligo. Me obligo a salir fuera de los vicios lectores habituales. Empiezo casi ya. Saludos, amigo. Buen Domingo...
Emilio, entonces eres un experto. La mejor poesía francesa está en la "nouvelle vague". Y en "la chanson". Por ejemplo "Les feuilles mortes" de Jacques Prévert.
De todas formas hoy se trataba de incorporar el Sena a Riografía (como no podría ser de otra forma), con este poema de Apollinaire, también convertido en canción, como ves. La versión que escuchamos aquí es la de Leo Ferré, con ese aire popular de música parisina (no descarto añadir alguna más).
En cuanto a reconocer ignorancias, ¿por dónde empiezo?
Un abrazo y feliz, aunque más corto, domingo.
El Sena era ya visita obligada en tu riografía, Miguel. Precioso el poema de Apollinaire.
Las versiones musicales del mismo que has dejado en los vídeos son fantásticas. Por un lado, has refrescado mi francés y esos poemas y canciones que los tenía un poco archivados; y, por otro lado, también has refrescado mi memoria de un bello paseo fluvial y nocturno en bateau ,por esas románticas aguas del Sena ante la atenta mirada de sus puentes.
Hermoso paseo para este domingo, sin duda.
Mes baisers sous le pont Mirabeau.
Una poesia preciosa. con una foto explendida. Me gusta.... Sí, me gusta. yo hace unos meses emplee una poesia de baudelaire para adornar fotos de París.
Tanta vida que le da el Sena a París. Tanta vida que desprenden unos versos.
Un abrazo
Marisa, "la promenade en bateau mouche" que evocas le da vida a esta página. Es cierto que las dos versiones cantadas, tan diferentes, le confieren un cierto aire pedagógico que a los docentes nos sale casi inevitablemente. De hecho, elegí la de Marc Lavoire "avec sous titres" como complemento didáctico: ¡Deformación profesional! Ja,ja,ja...
Bonne soirée, mon amie et à bientôt.
***
Carlos, la postal es ciertamente espléndida, como el poema de Apollinaire y celebro que te haya gustado. No es otro el fin que nos proponemos.
Me pasaré por tu blog para ver esas fotos de París y leer el poema de Baudelaire. Y todo lo demás.
Saludos.
***
Jan, hay ciudades que se miran en su río y que se contemplan desde él. París y el Sena son su paradigma.
Los magníficos versos de Apollinaire me sorprendieron; lo tenía demasiado encasillado en su caligramas.
Un abrazo.
¡Para cuántas cosas sirve un puente sobre un río, excluido el cruzarlo!
No haber estado nunca en París me da cierta ventaja sobre los que ya habeis estado. Pero probablemente también un día cruzaré ese río y entonces ¿dejaré de soñarlo?
Xuan, para cuántas cosas sirve un puente y ya ves para cuántas puede servir un río. En realidad se trata de palabras: de la palabra puente, de la palabra río. Es tal el poder de la palabra (por cierto magnífica web EPDLP), que en ocasiones "faroleaba" con mis alumnos sobre la virtualidad de consumir un curso entero alrededor de una sola palabra (mar, universo, libertad...)y ahora caigo en la cuenta de que eso es lo que estoy haciendo con el río.
Por cierto, cuando cruces el Sena y visites París, no solo no dejarás de soñarlo, sino que se grabará en tus sueños como un tatuaje onírico.
Un abrazo, Xuan, que eres un artista.
Toda una incursión-excursión a Paris. Es posible que este verano vaya. Me quedo, cómo no, con la versión de Ferré.
Y además me siento como treinta años más joven.
Gracias,
AG
Alberto, ¡30 años más joven!...Lo voy a releer, a ver si me contagio. Repetiré la fórmula, el elixir de la eterna juventud.
Un abrazo, chaval.
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